El jueves, 25 de Febrero a las 21:30 h en el AUDITORIO FUNDACION CARLOS DE AMBERES (c/ Claudio Coello, 99). AFORO LIMITADO
Venta anticipada: Fundación Carlos de Amberes Tf: 91.4352201
Precio: 30 €
Este dúo de instrumentistas argentinos son los máximos representantes del KLEZMER en su país. Habituales de festivales de todo el mundo, destaca además su faceta como compositores de BSO de películas como Nueves Reinas, El Abrazo Partido o Esperando al Mesías de Daniel Burman, entre otras.
Marcelo Moguilevsky
Clarinete, clarinete bajo, saxo soprano, flautas dulces, armónica, gaita, duduk y voz
Cesar Lerner
Piano, acordeón a piano y percusión
Marcelo Moguilevsky y Cesar Lerner desde hace dos décadas han formado un prolífico dúo aportando nuevos rumbos en la música popular instrumental.
Desde 1996, estos nietos de inmigrantes rusos y polacos llegados en el 1900 a la Argentina, han sumado su aporte a la recreación del género Klezmer sin una pretensión antropológica. Por el contrario, han desarrollado un lenguaje propio basado en la improvisación tomando elementos musicales del folklore argentino, como así también del jazz, la música contemporánea y el tango.
Este dúo ha mostrado su particular lenguaje musical en los principales escenarios de Argentina y en importantes festivales del mundo, tanto dentro del género Klezmer como fuera de él, principalmente en circuitos de jazz y música étnica.
QUE ES KLEZMER:
Klezmer deriva de los vocablos hebreos "kley" (recipiente o instrumento) y "zemmer" (canción), que se traduciría como recipiente o instrumento de canciones. Pero se utilizaba este término en yiddish para referirse al músico que interpretaba dicho estilo musical.
La música Klezmer es un estilo de música judía que nació en el medioevo en la zona del este de Europa. Los músicos o “klezmorim” viajaban de pueblo en pueblo tocando en bodas, festivales y ferias. Los instrumentos habituales eran: el violín, el clarinete, flauta, violonchelo y batería. El klezmer es fácilmente reconocible por sus características melodías expresivas, con reminiscencias de la voz humana, con la incorporación de risas, llantos y aullidos. El klezmer asume la propia tradición de la música jasídica y le incorpora sonidos, instrumentos y modos de interpretar de aquellos países en donde los judíos de la diáspora habitaban.
A finales del siglo XIX y comienzos del XX los judíos debieron abandonar la zona de Europa del Este, en su mayoría se trasladaron a diversos puntos de America y el klezmer viajo con ellos. Paralelamente artistas de diversas áreas de expresiones artísticas registraban el klezmer en sus obras: Scholem Aleichem hace referencia al papel del klezmer en muchos de sus relatos. Seguro que recuerdan el importante papel del fiddler en "El Violinista en el tejado", adaptación de los relatos de Scholem Aleichem sobre Tevye el Lechero. También Marc Chagall deja sus huellas en cuadros como "El violinista" o "Novia con rostro azul".
Después de las guerras y las diversas migraciones el klezmer quedo olvidado, básicamente porque a las nuevas generaciones que nacían en America no les interesaba la música de los hogares de sus padres. Hacia los años 70 algunos jóvenes músicos comenzaron a investigar las tradiciones de la música klezmer y fue como el klezmer resucito en Estados Unidos trasladándose posteriormente a la tierra de sus orígenes: Europa. Y posteriormente al resto del mundo…
Las tradiciones del klezmer de la vida del shtetl (aldea) judío ya no están, pero la música pervive.
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