El día 6 de febrero de 2010 se celebrará la Fiesta de Caldereros en Donostia-San Sebastián.
Esta fiesta conmemora la llegada de los caldereros a la ciudad y el anuncio del Carnaval. La originaria Comparsa de Caldereros Húngaros desfiló por las calles de la ciudad por primera vez la mañana del sábado 2 de febrero de 1884.
La canción en Euskara "Begi urdin bat", obra de Victoriano Iraola, no se incorporó al repertorio hasta 1886.
A partir de entonces y hasta 1958 su celebración fue muy irregular, alternándose períodos de gran éxito con otros de casi total desaparición.
El año 1912 la fiesta entró en marcada decadencia debido a la declaración como laborable del día de la Candelaria por el Papa Pío X.
Aunque existen referencias a una salida de los Caldereros en 1923 su verdadera recuperación se produce en 1924 de la mano de Gaztelupe: esta sociedad aportó como novedad el horario nocturno que permitía paliar el problema de que la Candelaria fuese laborable.
En 1925 se introdujeron los personajes del oso y el domador. Sin embargo, la fiesta volvió a decaer desapareciendo prácticamente hasta el año 1942 en que la Sociedad Gaztelubide la recupera encargándose de su organización hasta 1968. Entre 1969 y 1971 la fiesta quedó suspendida por motivos políticos.
El último resurgimiento de esta fiesta tuvo lugar en 1972 auspiciado por el Centro de Atracción y Turismo en colaboración con un grupo de ciudadanos y Sociedades populares. Desde entonces no ha habido más interrupciones, habiéndose extendido la fiesta por toda la ciudad con la creación de numerosas comparsas de barrio que con sus sartenes y martillos anuncian la llegada del carnaval.
Esta fiesta conmemora la llegada de los caldereros a la ciudad y el anuncio del Carnaval. La originaria Comparsa de Caldereros Húngaros desfiló por las calles de la ciudad por primera vez la mañana del sábado 2 de febrero de 1884.
La canción en Euskara "Begi urdin bat", obra de Victoriano Iraola, no se incorporó al repertorio hasta 1886.
A partir de entonces y hasta 1958 su celebración fue muy irregular, alternándose períodos de gran éxito con otros de casi total desaparición.
El año 1912 la fiesta entró en marcada decadencia debido a la declaración como laborable del día de la Candelaria por el Papa Pío X.
Aunque existen referencias a una salida de los Caldereros en 1923 su verdadera recuperación se produce en 1924 de la mano de Gaztelupe: esta sociedad aportó como novedad el horario nocturno que permitía paliar el problema de que la Candelaria fuese laborable.
En 1925 se introdujeron los personajes del oso y el domador. Sin embargo, la fiesta volvió a decaer desapareciendo prácticamente hasta el año 1942 en que la Sociedad Gaztelubide la recupera encargándose de su organización hasta 1968. Entre 1969 y 1971 la fiesta quedó suspendida por motivos políticos.
El último resurgimiento de esta fiesta tuvo lugar en 1972 auspiciado por el Centro de Atracción y Turismo en colaboración con un grupo de ciudadanos y Sociedades populares. Desde entonces no ha habido más interrupciones, habiéndose extendido la fiesta por toda la ciudad con la creación de numerosas comparsas de barrio que con sus sartenes y martillos anuncian la llegada del carnaval.
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