La cuarta edición de la Feria del Dulce de Convento se celebra del 04 al 08 de Diciembre de 2009 en Torremolinos (Málaga). Un certamen que acerca al público malagueño la tradición pastelera de los conventos de clausura andaluces, en muchos casos de transmisión secular.
En esta edición se dan cita 45 conventos y monasterios de Andalucía y Extremadura y se presentaran nuevos dulces con nuevos sabores respecto al año anterior.
Borrachuelos, mostachones, yemas de San Leandro, corazones del Obispo, huesos de chocolote, alfajores, sultanas, membrillos, trufas, roscos o ‘encomiendas’ son algunos de los típicos dulces, no solo navideños, que forman parte del catálogo de productos en exposición y venta.
Lugar: El Palacio de Congresos y Exposiciones de Torremolinos
Horario: 10.00 a 14.00 h. y 16.00 a 20.00 h.
Abierto al público. Entrada gratuita
La recaudación por la venta de los dulces y postres confeccionados por las religiosas no solo ayudarán al sostenimiento de los gastos diarios de esas órdenes, sino al mantenimiento de los conventos y monasterios participantes, en muchos casos de enorme valor histórico-artístico y obligación que, en muchos casos, tienen que soportar a su cargo.
Las monjas de clausura mantienen vivas las recetas más antiguas de nuestra repostería.
En esta edición se dan cita 45 conventos y monasterios de Andalucía y Extremadura y se presentaran nuevos dulces con nuevos sabores respecto al año anterior.
Borrachuelos, mostachones, yemas de San Leandro, corazones del Obispo, huesos de chocolote, alfajores, sultanas, membrillos, trufas, roscos o ‘encomiendas’ son algunos de los típicos dulces, no solo navideños, que forman parte del catálogo de productos en exposición y venta.
Lugar: El Palacio de Congresos y Exposiciones de Torremolinos
Horario: 10.00 a 14.00 h. y 16.00 a 20.00 h.
Abierto al público. Entrada gratuita
La recaudación por la venta de los dulces y postres confeccionados por las religiosas no solo ayudarán al sostenimiento de los gastos diarios de esas órdenes, sino al mantenimiento de los conventos y monasterios participantes, en muchos casos de enorme valor histórico-artístico y obligación que, en muchos casos, tienen que soportar a su cargo.
Las monjas de clausura mantienen vivas las recetas más antiguas de nuestra repostería.
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