Título original: Faubourg 36 (Paris 36)
Estrenos en cines: 8 de Abril de 2009
Año de producción: 2008
Duración: 120 minutos
Género: Comedia
Director: Christophe Barratier
Guión: Christophe Barratier, Julien Rappeneau
REPARTO:
GÉRARD JUGNOT
Los chicos del coro
Monsieur Batignole
CLOVIS CORNILLAC
Astérix en los Juegos Olímpicos
Largo domingo de noviazgo
KAD MERAD
Los chicos del coro
Los Dalton
París, París, que mezcla la comedia y el drama, la música y la pasión, también podría llamarse perfectamente Érase una vez en París..., como si se tratara de un épico fresco de un París obrero que ya no existe, con toda su humanidad, melodías, pintorescos personajes, hechos triviales, grandes expectativas y, bajo todo ello, las señales premonitorias del caos sin precedentes en que, poco tiempo después, se sumiría el mundo.
Más próximo a la ficción que al realismo, el “París” de París, París está basado en una visión poética y evocadora. Las canciones de Reinhardt Wagner y Frank Thomas son temas modernos, inspirados por todos los estilos populares de este período musical especialmente rico; los decorados de Jean Rabasse ofrecen una visión más o menos idealizada de los distritos del norte de la capital; la fotografía de Tom Stern es una opción estética deliberadamente fuerte para recrear el París de la década de 1930, que no se ha filmado nunca en color para la gran pantalla.
La película no se enmarca en el género musical como tal: los diálogos no están cantados y las escenas musicales están siempre rodadas en contexto. No obstante, la música está omnipresente, a veces está “fuera de campo”, como el eco de un cantante callejero o el distante sonido de una radio encendida. Tiene, por encima de todo, su lugar en todas las escenas con en una gran variedad de estilos musicales: en el Chansonia, por supuesto, con el mundo del music hall; la lavandería, con sus huelguistas, donde siempre hay un acordeón a mano; los músicos callejeros; el cabaret de Galapiat, con sus melodías de estilo más anglosajón; el transistor del señor-radio; e incluso en la casa de provincias de Lebeaupin, donde Viviane escucha canciones que le recuerdan a su antiguo empleo...
Toda esta música se ha compuesto ex profeso para la película, en concordancia con nuestro deseo de evitar un estilo que pudiera resultar excesivamente “retro”.
En cuanto a la música en sí, la “partitura” orquestal se derivará, como en una ópera, de las propias canciones, con la intención de transmitir una verdadera sensación de armonía.
Como en Los chicos del coro, los personajes y la música aportan emoción a la película, aunque sin llegar a imponerse nunca a la comedia, para convertirla en una historia de amistad, amor y música en un período en el que los acontecimientos se sucedían a ritmo vertiginoso. Un tema muy parisino para una película completamente universal.
SINOPSIS
Primavera de 1936, en un distrito de clase obrera en el norte de París, no encontramos un barrio que seguramente tuvo un nombre en otro tiempo, pero que ahora todo el mundo conoce simplemente como Faubourg. Está situado en lo alto de una colina, con una vista de París a un lado y, al otro, de los florecientes suburbios de la ciudad. Una pequeña plaza, unas cuantas tiendas, edificios desiguales, calles adoquinadas y la fachada desconchada del teatro de variedades del barrio, el Chansonia.
En este barrio obrero, el triunfo en las elecciones del Frente Popular es recibido con entusiasmo y la esperanza de un futuro mejor, pero despierta a la vez toda clase de extremismos. Entre las promesas del nuevo gobierno se encuentra la famosa ley sobre vacaciones pagadas, que permitirá a numerosos trabajadores ver el mar por primera vez.
A principios de mayo, tres habitantes de Faubourg, trabajadores del mundo del espectáculo y amigos íntimos, se encuentran en una situación que no les permite participar de las desbordadas esperanzas de los demás. El Chansonia, el teatro de variedades que les daba empleo, lleva ya cuatro meses cerrado y los ha dejado a todos en el paro.
PIGOIL (Gérard Jugnot), es tramoyista, con 30 años de experiencia en el Chansonia a sus espaldas. Si no consigue trabajo, podría perder la custodia de su hijo de 12 años, JOJO (Maxence Perrin) y tendría que renunciar a sus planes de llevarlo a ver el mar.
MILOU (Clovis Cornillac), es un electricista impetuoso que va detrás de todas las faldas que se le cruzan. Símbolo de la “aristocracia obrera”, portavoz de reivindicaciones de todo tipo, está decidido a “cambiar el mundo”.
JACKY (Kad Merad), era el hombre-anuncio del Chansonia. Tras llevar durante años los nombres de estrellas en sus cartelones, Jacky ha empezado a soñar que algún día él mismo será el rey del music hall. Convencido de estar dotado de gran talento para las imitaciones, anda continuamente en busca de actuaciones que nunca consigue...
Con el apoyo de los vecinos, que viven al ritmo de la radio de monsieur TSF (Pierre Richard), los tres amigos deciden tomar las riendas de su propio destino: intentan forzar su suerte y ocupar el Chansonia para producir el musical de éxito que les permita comprar el local. Cada uno de ellos tiene sus propios motivos para embarcarse en este proyecto, pero todos comparten una misma meta: poner nuevamente en orden sus vidas.
Sin embargo, además de su falta de experiencia, tendrán que vérselas con el hostil antagonismo del “padrino” del barrio, Galapiat (Bernard-Pierre Donnadieu), y acostumbrarse a la presencia de una recién llegada: la misteriosa, atractiva y joven cantante Douce (Nora Arnezeder).
¿Podrá el Chansonia “resurgir de sus cenizas” en este alegre mes de junio? Ese es el sueño de todo un vecindario.
LAS FOTOS DE PARÍS, PARÍS
Estrenos en cines: 8 de Abril de 2009
Año de producción: 2008
Duración: 120 minutos
Género: Comedia
Director: Christophe Barratier
Guión: Christophe Barratier, Julien Rappeneau
REPARTO:
GÉRARD JUGNOT
Los chicos del coro
Monsieur Batignole
CLOVIS CORNILLAC
Astérix en los Juegos Olímpicos
Largo domingo de noviazgo
KAD MERAD
Los chicos del coro
Los Dalton
París, París, que mezcla la comedia y el drama, la música y la pasión, también podría llamarse perfectamente Érase una vez en París..., como si se tratara de un épico fresco de un París obrero que ya no existe, con toda su humanidad, melodías, pintorescos personajes, hechos triviales, grandes expectativas y, bajo todo ello, las señales premonitorias del caos sin precedentes en que, poco tiempo después, se sumiría el mundo.
Más próximo a la ficción que al realismo, el “París” de París, París está basado en una visión poética y evocadora. Las canciones de Reinhardt Wagner y Frank Thomas son temas modernos, inspirados por todos los estilos populares de este período musical especialmente rico; los decorados de Jean Rabasse ofrecen una visión más o menos idealizada de los distritos del norte de la capital; la fotografía de Tom Stern es una opción estética deliberadamente fuerte para recrear el París de la década de 1930, que no se ha filmado nunca en color para la gran pantalla.
La película no se enmarca en el género musical como tal: los diálogos no están cantados y las escenas musicales están siempre rodadas en contexto. No obstante, la música está omnipresente, a veces está “fuera de campo”, como el eco de un cantante callejero o el distante sonido de una radio encendida. Tiene, por encima de todo, su lugar en todas las escenas con en una gran variedad de estilos musicales: en el Chansonia, por supuesto, con el mundo del music hall; la lavandería, con sus huelguistas, donde siempre hay un acordeón a mano; los músicos callejeros; el cabaret de Galapiat, con sus melodías de estilo más anglosajón; el transistor del señor-radio; e incluso en la casa de provincias de Lebeaupin, donde Viviane escucha canciones que le recuerdan a su antiguo empleo...
Toda esta música se ha compuesto ex profeso para la película, en concordancia con nuestro deseo de evitar un estilo que pudiera resultar excesivamente “retro”.
En cuanto a la música en sí, la “partitura” orquestal se derivará, como en una ópera, de las propias canciones, con la intención de transmitir una verdadera sensación de armonía.
Como en Los chicos del coro, los personajes y la música aportan emoción a la película, aunque sin llegar a imponerse nunca a la comedia, para convertirla en una historia de amistad, amor y música en un período en el que los acontecimientos se sucedían a ritmo vertiginoso. Un tema muy parisino para una película completamente universal.
SINOPSIS
Primavera de 1936, en un distrito de clase obrera en el norte de París, no encontramos un barrio que seguramente tuvo un nombre en otro tiempo, pero que ahora todo el mundo conoce simplemente como Faubourg. Está situado en lo alto de una colina, con una vista de París a un lado y, al otro, de los florecientes suburbios de la ciudad. Una pequeña plaza, unas cuantas tiendas, edificios desiguales, calles adoquinadas y la fachada desconchada del teatro de variedades del barrio, el Chansonia.
En este barrio obrero, el triunfo en las elecciones del Frente Popular es recibido con entusiasmo y la esperanza de un futuro mejor, pero despierta a la vez toda clase de extremismos. Entre las promesas del nuevo gobierno se encuentra la famosa ley sobre vacaciones pagadas, que permitirá a numerosos trabajadores ver el mar por primera vez.
A principios de mayo, tres habitantes de Faubourg, trabajadores del mundo del espectáculo y amigos íntimos, se encuentran en una situación que no les permite participar de las desbordadas esperanzas de los demás. El Chansonia, el teatro de variedades que les daba empleo, lleva ya cuatro meses cerrado y los ha dejado a todos en el paro.
PIGOIL (Gérard Jugnot), es tramoyista, con 30 años de experiencia en el Chansonia a sus espaldas. Si no consigue trabajo, podría perder la custodia de su hijo de 12 años, JOJO (Maxence Perrin) y tendría que renunciar a sus planes de llevarlo a ver el mar.
MILOU (Clovis Cornillac), es un electricista impetuoso que va detrás de todas las faldas que se le cruzan. Símbolo de la “aristocracia obrera”, portavoz de reivindicaciones de todo tipo, está decidido a “cambiar el mundo”.
JACKY (Kad Merad), era el hombre-anuncio del Chansonia. Tras llevar durante años los nombres de estrellas en sus cartelones, Jacky ha empezado a soñar que algún día él mismo será el rey del music hall. Convencido de estar dotado de gran talento para las imitaciones, anda continuamente en busca de actuaciones que nunca consigue...
Con el apoyo de los vecinos, que viven al ritmo de la radio de monsieur TSF (Pierre Richard), los tres amigos deciden tomar las riendas de su propio destino: intentan forzar su suerte y ocupar el Chansonia para producir el musical de éxito que les permita comprar el local. Cada uno de ellos tiene sus propios motivos para embarcarse en este proyecto, pero todos comparten una misma meta: poner nuevamente en orden sus vidas.
Sin embargo, además de su falta de experiencia, tendrán que vérselas con el hostil antagonismo del “padrino” del barrio, Galapiat (Bernard-Pierre Donnadieu), y acostumbrarse a la presencia de una recién llegada: la misteriosa, atractiva y joven cantante Douce (Nora Arnezeder).
¿Podrá el Chansonia “resurgir de sus cenizas” en este alegre mes de junio? Ese es el sueño de todo un vecindario.
LAS FOTOS DE PARÍS, PARÍS
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