Cuando Abd al-Rahman III se proclamó califa decidió fundar una ciudad palatina cerca de Córdoba: Madinat al-Zahra. Esta ciudad fue diseñada para albergar el conjunto de palacios del califa y centralizar así la organización del Estado, al mismo tiempo que permitía al monarca rodearse del lujo y el protocolo que exteriorizaban la riqueza de su territorio y la dignidad de todo un "Príncipe de los Creyentes". Madinat al-Zahra era una copia, a otra escala, de la ciudad palatina de los abbasíes: Samarra (Iraq).
Desde su creación, Madinat al-Zahra se convirtió en una leyenda, y sus maravillas se contaban en las crónicas y eran cantadas por los poetas. Las habitaciones del califa estaban situadas en la zona más alta de la ciudad, protegidas por los cuerpos de guardia y separadas de las áreas de servicios y de la residencia de los Ministros. En el centro del alcázar se encontraba el "salón rico", así llamado por la exuberante decoración vegetal de sus paredes, recubiertas de placas de mármol talladas. Cercana a la mezquita, se abría a una amplia terraza ajardinada, con estanques y un templete. Mantenida y engrandecida por el sucesor de Abd al-Rahman III, al-Hakam II, se vio envuelta después en las luchas por el poder tan frecuentes en el seno del califato. Durante el gobierno de Sanchuelo, sucesor de Almanzor y Abd al-Malik, la aristocracia omeya, desposeída ya del poder y preocupada por sus privilegios, tuvo así la ocasión de sublevar a la población de Córdoba contra el régimen. Aprovechando la absurda campaña militar de Sanchuelo en la frontera en pleno invierno, grupos de las antiguas clases dirigentes, del pueblo y de los fugaha' -el cadí de Córdoba Ibn Dhakwan aprobó la revuelta- se unieron para llevar a cabo la Revolución de Córdoba el 15 de febrero de 1009. Esta provocó la abdicación del califa Hisham II y más tarde la ejecución de Abd al-Rahman Sanyul -Sanchuelo-, que había vuelto a Córdoba de una manera igual de absurda que cuando se marchó. La ciudad gubernamental amirí de Madinat al-Zahra fue entonces saqueada y destruida.
Dirección: Carretera de Palma del Río, km. 5,5.
Teléfonos: 957 35 55 07- 957 35 55 06
Horarios:
Del 16 de septiembre al 30 de abril: de martes a sábado, de 10.00 a 18.30 horas.Del 1 de mayo al 15 de septiembre: de martes a sábado, de 10.00 a 20.30 horas.
Domingos: de 10:00 a 14:00 horas.Festivos abiertos: de 10:00 a 14:00 horas.
Lunes: cerrado.El Conjunto permanecerá cerrado los siguientes festivos:- 1 y 6 de enero.- 1 de mayo.- 24, 25 y 31 de diciembre.
El Conjunto abrirá los siguientes festivos (en horario de 10:00 a 14:00 horas): - 28 de febrero (Día de Andalucía)- 20 y 21 de marzo (Jueves y Viernes Santos)- 15 de agosto (Asunción)- 8 de septiembre (Fiesta local)- 12 y 13 de octubre (Fiesta Nacional)- 24 de octubre (Fiesta local)- 1 de noviembre (Día de Todos los Santos)- 6 de diciembre (Día de la Constitución)- 8 de diciembre (Día de la Inmaculada Concepción)Entrada:
Ciudadanos de la UE acreditados: gratuita.Otros Países: 1, 50 euros.
Visitas en grupo: Concertadas con antelación.Transporte Público: Una vez al día, un autobús turístico del Consorcio de Turismo de Córdoba hace un recorrido hasta el Conjunto Arqueológico. La salida de Córdoba es a las 11 de la mañana, con dos puntos de recogida: la Avenida del Alcázar y el Paseo de la Victoria. El autobús vuelve a Córdoba dos horas después de su llegada a Madinat al-Zahra.
Transporte Privado: El acceso a Madinat al-Zahra se realiza a través de la carretera C-431, quedando el recinto a 8 kilómetros de Córdoba.
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